Con mas de veinte años de su existencia en Eivissa, La Clave de Sol cuenta con una rica historia marcada por una gran variedad de actividades y eventos. Cuenta con numerosos conciertos de alumnos y profesores en las salas principales de la isla, y, en ocasiones navideñas, en varias iglesias de Sta. Eulària y de Eivissa. Cuenta con muchos años de actuaciones de su conjunto vocal que debutó en 1995 con la misa pontifical de las fiestas patronales en la Catedral, y cuyo repertorio se extendía desde música prebarroca hasta música de Gershwin o de los Beatles. Cuenta con un talentoso alumnado de piano. En un caso, una alumna, premiada en concursos, ha terminado la carrera superior y un master de piano. Muchos alumnos han comenzado de muy pequeños y cursado los estudios del piano hasta entrar en la universidad.
Sus dueños y fundadores, el matrimonio Gregory Lenton y Ángela Dellert, ambos con título superior, nunca se han limitado a la enseñanza, sino han acumulado una larga trayectoria activa en los escenarios de EEUU, Francia, y sobre todo, Alemania.
Quienes somos
Ángela, cantante lírica con formación pianística profunda ha, entre otros, cantado con la Orquesta Sinfónica de Baleares con Salvador Brotons y ha publicado un libro sobre la vida musical en Alemania. Se dedica no solamente a la enseñanza del canto lírico y de la reeducación vocal, sino, con gran ilusión, a las clases de piano, le gusta relacionar con niños pequeños que tienen tantas ganas de aprender.
Gregory, pianista y jefe de orquesta que se formó en Filadelfia y actuó en númerosos recitales en Europa, ha traído su gran experiencia profesional a Eivissa y pretende conseguir que sus alumnos de piano tengan un enfoque profesional, es decir: tocar con una técnica sólida y con una sensibilidad para la belleza de la música. Por eso, para evitar las deficiencias inherentes a muchos métodos tradicionales, Gregory también ha creado su propio método de piano. Destaca el desarrollo de un repertorio de movimientos pianísticos que permiten, desde el principio, realizar las partituras con naturalidad y soltura. También estimula la creatividad y el oído del niño animándole a inventar armonizaciones y acompañamientos.